El Consejo y el Parlamento Europeo ha conseguido un acuerdo provisional sobre renovables. El objetivo es acelerar la integración de las renovables en sectores clave. Se elevará del 32 al 42,5% el objetivo de consumo de energía renovable para 2030. Este objetivo, vinculante, incluye también el compromiso de intentar lograr una cuota del 45%. Además, han conseguido consensuar una postura sobre el hidrógeno renovable.


La controversia, como decíamos hace unos días, estaba en la postura de Francia sobre el hidrógeno nuclear. Algunos países no querían que se considerara como renovable y otros lo querían como vía en la transición energética.

El desacuerdo se jugó, en concreto, en el apartado sobre la descarbonización de la industria. Con lo pactado provisionalmente, se deberá aumentar el uso de energía renovable un 1,6% al año en la industria. Y, además, asegurar que el 42% del hidrógeno utilizado proviene de combustibles renovables de origen no biológico para 2030. El 60 % para 2035.

Sin embargo, los Estados miembros podrán reducir la contribución del hidrógeno renovable en el uso industrial en un 20%. Siempre que esto no ponga en entredicho el cumplimiento de su objetivo nacional de renovables. Y, además, que la cuota de hidrógeno obtenido con combustibles fósiles, el nuclear, represente como mucho el 23% de todo el que se consuma para 2030 o el 20% en 2035.

Renovables

Aún tienen que refrendar el acuerdo el Consejo y el Parlamento. Sin embargo, ya han consensuado un acuerdo provisional sobre la nueva directiva de renovables. El objetivo es que cada Estado miembro de la UE acelere la integración de las renovables en sectores de difícil incorporación. Entre ellos: el transporte, la industria, los edificios y la calefacción y refrigeración urbanas.

Han sido ocho reuniones las que se han necesitado para llegar al pacto provisional. El escollo ha estado en el hidrógeno nuclear y su incorporación a la directiva de renovables. Algo por lo que abogaba Francia. El desbloqueo se ha basado en un compromiso presentado por la presidencia del Consejo, que ostenta Suecia.

El acuerdo provisional sobre renovables establece que la industria incremente su uso anualmente en un 1,6%. Que el 42% del hidrógeno utilizado en la industria provenga de combustibles renovables para 2030. Y el 60% para 2035.

Además, reconoce un papel limitado del hidrógeno nuclear que defendía Francia.

Transporte y Eficiencia energética

En lo que respecta al transporte, los Estados miembros contarán con la posibilidad de elegir entre:

  • Una reducción del 14,5% de los gases de efecto invernadero en el transporte a partir del uso de energías renovables para 2030;
  • Al menos un 29% de participación de energías renovables en el consumo final de energía en el sector del transporte para 2030.

Además, se establece un subobjetivo combinado vinculante del 5,5% para biocombustibles avanzados y combustibles como hidrógeno renovable o sintéticos en la cuota de energías renovables del sector del transporte.

En cuanto a edificios, el acuerdo establece un objetivo indicativo de al menos un 49% de cuota de renovables en 2030.

Por último, el texto refuerza los criterios de sostenibilidad para el uso de biomasa para energía. Así se quiere conseguir reducir el riesgo de producción de bioenergía no sostenible. Además, el texto incluye procedimientos de autorización acelerados para proyectos de energía renovable.

La Comisión habla de energía nuclear

La Comisión Europea considera que la energía nuclear debe ser un debate basado en datos, no en ideología. Así lo ha afirmaba recientemente el vicepresidente del Ejecutivo comunitario para el Pacto Verde, Frans Timmermans:

“Somos agnósticos en lo que se refiere a nuclear”.

Además, señalaba:

«La ventaja de la nuclear, obviamente, es que es limpia en términos de emisiones de CO2, pero también tiene un par de desventajas, que ahora está descubriendo Francia.

Asimismo:

«Calcula los coste y no olvides incluir dentro el precio de limpiar los residuos nucleares».

FUENTES: Europa Press y EuroEFE

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