Bruselas acogió el pasado domingo la Cumbre del Hidrógeno Renovable, organizada por la Coalición de Hidrógeno Renovable (RHC). Su objetivo: dar forma al futuro del hidrógeno. Participaron directores ejecutivos de toda la cadena de valor, responsables políticos y partes interesadas. Entre sus conclusiones: la necesidad de una mayor financiación pública y una política industrial más fuertes para que Europa permanezca en el juego.


El propio vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea, Maroš Šefčovič, dijo durante el discurso de apertura:

“El hidrógeno desempeñará un papel clave en la consecución de nuestra ambición de ser el primer continente libre de emisiones. La aplicación de un enfoque que abarque toda la cadena de valor y la ampliación del uso de hidrógeno renovable, amoníaco y otros derivados es una condición para descarbonizar nuestra economía y reducir la dependencia de la UE de las importaciones de combustibles fósiles. Ahora debemos asegurarnos de que existe un caso de negocio viable y atractivo para el hidrógeno en Europa y más allá”.

Los líderes de la industria elogiaron el liderazgo de Europa en políticas pioneras e innovadoras para impulsar el hidrógeno renovable. Consideran que va a revolucionar los sectores difíciles de electrificar y a impulsar una profunda descarbonización. Asimismo, que ha llegado el momento de que Europa refuerce su impulso.

Europa y los retos del hidrógeno renovable

Pero también expusieron los importantes desafíos a los que se enfrenta el sector. Los representantes de la industria pidieron una respuesta urgente y firme por parte de los responsables políticos:

“Desde la aceleración de los permisos, la construcción de redes eléctricas adecuadas para su propósito y la infraestructura de hidrógeno hasta la aplicación de la legislación”.

Entre estos desafíos, el mayor sigue siendo el coste del hidrógeno renovable en comparación con las alternativas contaminantes existentes. Cerrar esta brecha de costes será crucial para desbloquear y acelerar el despliegue del hidrógeno renovable.

La presidenta de RHC, Olivia Breese, directora ejecutiva de Power-2-X en la empresa de energía renovable Ørsted, intervino y dijo:

«Se deben abordar tres asuntos urgentes para permitir una industria viable en Europa: inflación, implementación e infraestructura. Estamos en un mundo de tipos de interés altos y, por lo tanto, necesitamos aumentar la financiación pública, hacer que sea más fácil y rápido el acceso para que se puedan construir proyectos de hidrógeno renovable a gran escala.

Los actuales sistemas de financiación europeos son demasiado complejos y tímidos, y a menudo no abordan el déficit de financiación de los proyectos. El Banco de Hidrógeno de la UE es un paso en la dirección correcta, pero es hora de aumentar su presupuesto y proporcionar claridad sobre futuras subastas rápidamente».

Además, instó a los Estados miembros a aplicar rápidamente la normativa de la UE. Al respecto, señaló:

Hace dos años, básicamente no teníamos un marco para la P2X en Europa. Ahora necesitamos que los Estados miembros traduzcan rápidamente el marco europeo en medidas nacionales. Al mismo tiempo, necesitamos ver una planificación de la infraestructura, tanto de energía como de hidrógeno, que vaya de la mano y permita inversiones anticipadas en infraestructura sin arrepentimiento”.

Cadena de valor

Igualmente importante es el establecimiento de cadenas de valor sólidas dentro de Europa como una cuestión de autonomía estratégica. Así lo reconoce la propia Comisión Europea, que, además, identifica los electrolizadores como tecnologías estratégicas de cero emisiones netas.

El vicepresidente de RHC, Håkon Volldal, presidente y director ejecutivo del fabricante de electrolizadores Nel, intervino y explicó:

«El futuro de los electrolizadores y la tecnología limpia es una carrera hacia arriba, no una carrera hacia abajo. Por lo tanto, la introducción de criterios distintos del precio en futuras subastas y sistemas de apoyo puede respaldar un enfoque «Made in Europe». Esto incentivará la creación de valor local, el desarrollo de puestos de trabajo y mano de obra cualificada en Europa, al tiempo que abordará el reto de la aceptación pública. Tenemos que asegurarnos de que los fondos de la UE contribuyan realmente al desarrollo de una sólida cadena de valor del hidrógeno renovable y a una historia de éxito europea”.

Concluyeron que el coste de la inacción para abordar los retos de las cadenas de valor de energías limpias e hidrógeno renovable será mucho mayor que las inversiones necesarias.

Europa debe actuar ahora y aprovechar la posición de liderazgo actual en hidrógeno renovable. Pero, además, dar forma a un futuro más verde y sostenible. Y no sólo es cuestión de cambio climático. Es un imperativo de seguridad energética y de competitividad industrial europea.

Imagen: DepositPhotos

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