Green Hydrogen International (GHI) ha hecho públicos sus planes de creación del centro de producción y almacenamiento de hidrógeno verde más grande del mundo en el sur de Texas. Con el nombre de Hydrogen City Texas, el proyecto incluye un centro integrado de producción, almacenamiento y transporte de hidrógeno verde de 60 MW con capacidad de producción de 2,5 mil millones de kilogramos de hidrógeno renovable al año.

Tras el proceso de producción, el combustible se vertirá en oleoductos con destino a Corpus Christi y Brownsville, donde se convertirá en amoníaco verde, combustible de aviación sostenible y otros productos, o se entregará por tubería directamente a las plantas de energía de hidrógeno y otros usuarios de todo el estado.

Tal y como ha confirmado la compañía, el hidrógeno verde se producirá a partir de energía solar y eólica que adquirirán a bajos precios.

Fases del proyecto

El proyecto se construirá en fases. La primera de ellas consta de 2 GW y dos instalaciones de almacenamiento, comenzará su actividad en 2026.

En esta fase, el acceso al almacenamiento de sal es fundamental para la ampliación de la producción de hidrógeno verde, ya que permite la máxima utilización de electrolizadores y sirve como amortiguador entre la producción eólica y solar variable y la entrega final de hidrógeno verde a los clientes.

Opciones de comercialización

En cuanto a las aplicaciones del hidrógeno verde producido, por el momento existen varias opciones sobre la mesa. Una de las que se valora es la producción de amoníaco verde para su exportación a Asia. El Ministerio de Economía, Comercio e Industria (METI) japonés planea agregar 30 millones de toneladas anuales de amoníaco renovable al mix energético del país. Brian Maxwell, CEO de GHI, señala: «Las empresas japonesas y coreanas son socios interesantes para nosotros en este proyecto dado el deseo de sus países de cambiar al amoníaco verde».

Por otro lado, la comercialización de amoníaco verde para el mercado de fertilizantes también es otra de las opciones. Los altos precios del gas natural han llevado a un aumento vertiginoso de los costes de los fertilizantes para los agricultores. El fertilizante producido a partir de hidrógeno verde puede ayudar a eliminar la volatilidad inesperada de los precios.

De igual manera, GHI está en conversaciones con posibles compradores de hidrógeno verde como materia prima para el combustible de aviación sostenible (SAF).

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