Descarbonizar el transporte pesado pasa, en gran medida, por el uso de gases renovables, como el hidrógeno, y sus derivados. Esta es una de las principales conclusiones del informe “La descarbonización del transporte pesado en España y Portugal”, realizado por el Instituto de Investigación Tecnológica de la Universidad Pontificia Comillas y comisionado por Gasnam-Neutral Transport, que sostiene que estos combustibles han evitado la emisión a la atmosfera de 500.000 toneladas de CO2 en la península ibérica en 2022.

España, lejos del objetivo europeo de hidrogeneras

En 2022 los autobuses de pila de combustible de hidrógeno comenzaron tímidamente a abrirse paso con la incorporación de 9 unidades, a pesar de la casi inexistente red de puntos de suministro. Nuestro país cuenta con tan sólo nueve estaciones de servicio de hidrógeno (HRS’s), de las que solo dos son de acceso público.

Por ello, es evidente que nuestro país se encuentra muy lejos de los objetivos marcados para el año 2030 en la Hoja de Ruta del Hidrógeno, de 100-150 hidrogeneras. Además, la regulación europea AFIR plantea una HRS abierta al público cada 200 km en la red TEN-T y en los núcleos urbanos. Estas estaciones, además, deberán contar con capacidad para suministrar una tonelada de hidrógeno diariamente y con al menos un surtidor de 700bar. Sin embargo, la mayoría de las nueve HRS’s existentes en nuestro país tienen una capacidad de suministro inferior a los 100 kg/día, cantidad muy alejada de la que solicita Europa.

Recientemente, las noticias acerca del hidrógeno en el transporte no han sido muy alentadoras. Ejemplo de ello es la decisión del operador de estaciones de servicio de hidrógeno danés, Everfuel, de cerrar sus instalaciones en Dinamarca debido a la falta de demanda y a la lenta llegada de vehículos de hidrógeno al país.

Producción de hidrógeno destinada al transporte

El informe también recoge el gran interés que existe en producir hidrógeno renovable y sus derivados, con cerca de 100 proyectos de producción de hidrógeno verde en la península ibérica, de los que un tercio ha declarado que parte de su producción irá destinada al transporte. Según estos datos, la potencia de electrólisis acumulada en España ascendería a 18,1 GW, superando ampliamente el objetivo marcado en la Hoja de Ruta del Hidrógeno de 4 GW en 2030. Sin embargo, la mayoría de estos proyectos aún se encuentra en fase muy preliminar.

Futuras obligaciones para el sector del transporte

La transformación del sector del transporte pesado se encuentra en fase embrionaria. Sin embargo, la intensa actividad legislativa de Europa se va a traducir, de manera inminente, en un conjunto de palancas regulatorias que activarán el proceso de descarbonización, estableciendo obligaciones para todos los
segmentos de la cadena de valor desde la producción al usuario, pasando por el suministro o el vehículo.

El mayor impulso proviene del paquete de medidas Fit for 55, un conjunto de normas diseñadas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero al menos un 55% para 2030. De todas ellas, destaca la incorporación de los sectores de transporte en el sistema del ETS, así como los requisitos de reducción de intensidad de emisiones (RED III, FuelEU Maritime). Estas normas se complementan con el plan REPowerEU con la revisión al alza de los objetivos para la producción/consumo de hidrógeno y la promoción del biometano como herramientas claves para impulsar la transición energética.

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