Los fondos europeos ya están dentro de un plan de reparto para diferentes sectores y actuaciones a nivel nacional. El documento en el que se contemplan todas las reformas e inversiones que se llevarán a cabo con ayudas europeas se centra en una serie de actuaciones como la inteligencia artificial y las energías renovables en las que el hidrógeno verde ha logrado hacerse hueco.

El plan del Estado es poner en marcha colaboraciones con el sector privado, compartiendo sus recursos, para elaborar proyectos que consigan poner a España entre los líderes de todas las áreas planteadas.

Todo ello se realizará mediante los conocidos como Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) , que son “aquellos de carácter estratégico con gran capacidad de arrastre para el crecimiento económico, el empleo y la competitividad”, según recoge el real decreto-ley que regula los fondos europeos y que crea esta figura.

En concreto, los PERTE son una figura creada para agilizar los procesos de colaboración entre entes privadas y públicas en los que la proporción de financiación es aproximadamente de cuatro euros privados por cada euro público.

Los criterios para declarar un PERTE pasan por su contribución al crecimiento, su carácter innovador y su capacidad de reparación de deficiencias de mercado. Es el Consejo de Ministros quien, tras la propuesta del ministerio pertinente, tiene la potestad de aprobar o no el proyecto.

En el área que aquí nos compete, el Ministerio de Transición Ecológica ha explicado que ya trabaja en un PERTE cuyo objetivo es impulsar tecnologías renovables innovadoras y con gran potencial como son el almacenamiento energético y el hidrógeno verde. En este sentido, el Gobierno anunció durante este mes que destinaría 1.555 millones de euros procedentes de las ayudas europeas para el desarrollo de la hoja de ruta del hidrógeno verde en España.

Objetivos de la Hoja de Ruta del Hidrógeno

En primer lugar, el documento contempla 4 GW de potencia instalada de electrólisis para 2050, lo que representa un 10% del objetivo marcado por la Comisión Europea para el conjunto de la UE.

Del mismo modo, quiere lograr un 25% del consumo de hidrógeno industrial de origen renovable en 2030.

En cuanto a movilidad, para ese año, se plantea una flota de al menos 150 autobuses; 5.000 vehículos ligeros y pesados; y 2 líneas de trenes comerciales propulsadas con hidrógeno renovable. De igual modo, debería implantarse una red con un mínimo de 100 hidrogeneras y maquinaria de handling propulsada con hidrógeno en los 5 primeros puertos y aeropuertos

Fuente: El País.

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