El Instituto de Ciencia y Tecnología del Carbono (INCAR-CSIC) va a poner en marcha seis proyectos de investigación relacionados con hidrógeno verde y materiales carbonosos. El instituto ha conseguido financiación estatal de 896.610 euros. Los proyectos tendrán una duración de entre tres y cuatro años. Y ninguno está relacionado con el carbón.


Según explica Europa Press, el director del INCAR, Fernando Rubiera, ha asegurado que el 80% de los trabajos que realizan con otras empresas ya no tienen que ver con el carbón.

En esa línea se encuentran los seis nuevos proyectos de investigación que han recibido el visto bueno del Ministerio de Ciencia e Innovación. La financiación responde a las ayudas a proyectos de I+D+i 2020 en las modalidades de “Retos de investigación y Generación de Conocimiento”.

Entre todos los proyectos trabajan un total de 30 personas –22 mujeres y ocho hombres–. Once son investigadores principales y tres investigadores predoctorales. Además, se han concedido dos contratos de Formación de Personal Investigador, vinculados a los proyectos de hidrógeno verde y baterías de doble ion de sodio.

Los seis proyectos del INCAR

Primer proyecto

El proyecto con mayor financiación es el relativo a la producción de hidrógeno verde a partir de residuos de biomasa. Los investigadores tratarán de reformar los residuos y, en un solo proceso, capturar el CO2, de manera que se genera hidrógeno verde. Para este proyecto, el INCAR va a recibir 211.750 euros en tres anualidades. Este proyecto participa también en el programa de Misiones de la Consejería de Ciencia.

Segundo proyecto

En cuanto al segundo, también recibirá la financiación en tres anualidades. Aborda el desarrollo de un nuevo reactor ‘Chemical Looping’ para almacenamiento y generación de energía libre de emisiones de dióxido de carbono. Para este proyecto el Ministerio otorga al INCAR 176.660 euros. El proyecto busca paliar el inconveniente de la «intermitencia» de las energías renovables mediante su almacenamiento.

Tercer proyecto

Con respecto al tercero, cuenta con una cuantía de 170.610 euros en tres años. Desarrollará materiales de carbono para el almacenamiento de energía en baterías de doble ion de sodio. Su objetivo, según Fernando Rubiera, es almacenar la energía reduciendo costes. Además, tratando de sustituir otras baterías como las de litio, que es un «compuesto caro y cada vez con menos disponibilidad».

Cuarto proyecto

El cuarto, de 143.990 euros y tres años, se centra en la fabricación aditiva de estructuras tridimensionales de carbono poroso a partir de lactosuero. Se trata de un subproducto de la industria lechera que, mediante técnicas de impresión 3D, puede servir para la fabricación de materiales de carbono poroso. Se pueden aplicar a la ingeniería de tejidos, la regeneración ósea y a usos moleculares para la separación de gases.

Quinto proyecto

En cuanto al quinto, con 96.800 euros a repartir en cuatro años, es un subproyecto que forma parte de los coordinados por la Universidad de Oviedo y el anterior rector, Santiago García Granda. Los investigadores desarrollarán «un nuevo concepto de microreactor» para el tratamiento de aguas. La intención es probarlo en la degradación del ibuprofeno en aguas residuales.

El último proyecto del INCAR

Otro de los subproyectos coordinado por la institución académica ovetense tratará de elaborar espumas de carbono basadas en productos agrícolas. Están orientadas a aplicaciones medioambientalmente sostenibles y para el cuidado de la salud. Por ejemplo, para la eliminación de compuestos químicos en el agua como el mercurio. El importe es similar al anterior y también tiene una duración de cuatro años.

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