Ayer, 21 de mayo, el Consejo de Europa dio su aprobación al nuevo Reglamento y a la nueva Directiva del mercado del gas. La actualización de ambos supone un paso importante para la transición a gases renovables, pero, especialmente, para el hidrógeno. Las normas avalan el desarrollo de este mercado, establecen normas comunes para los gases y favorecen la seguridad de suministro e independencia del gas.


El objetivo de la actualización es conseguir la descarbonización y acabar con la dependencia de los combustibles fósiles.

Las nuevas normas no sólo se enfocan en gas natural y en gases renovables, sino que da un papel importante al mercado del hidrógeno. Contemplan normas concretas para el desarrollo de infraestructuras, del transporte, suministro y almacenamiento, tanto para gas natural como para hidrógeno.

También exigen una planificación integrada y transparente de las redes en toda la Unión Europea, contemplando primero la eficiencia energética y con enfoque prospectivo. De ahí que los operadores tengan que preparar un plan para el desarrollo de las redes en la Unión Europea con vista a 10 años.

Ambos, Reglamento y Directiva, se publicarán en el Diario Oficial de la UE. Seis meses después de la publicación, el Reglamento será de aplicación directa. En cuanto a la Directiva, los Estados miembros tendrán un plazo de dos años para adaptar las legislaciones nacionales a las nuevas disposiciones.

El futuro para gases renovables

Para evitar un futuro en el que se siga utilizando gas fósil, las normas impiden contratos a largo plazo de este gas desde 2049. Además, tratan de impulsar el desarrollo de gases renovables y de bajas emisiones y su integración en el mercado y el sistema. En consecuencia, indican que los Estados miembros deberán establecer descuentos e incentivos arancelarios.

Especialmente, se enfocan en aquellas zonas intensivas en carbón y carbono. Conceden gran importancia a gases renovables e hidrógeno para garantizar una transición justa.

También establece un mecanismo voluntario para apoyar el mercado del hidrógeno durante cinco años.

Hidrógeno

Si el paquete de medidas establece normas importantes para el mercado del gas, es aún más contundente con el hidrógeno. Concretamente, sobre éste, indica el Reglamento:

“La Estrategia de la UE para el hidrógeno reconoce que, dado que los Estados miembros tienen un potencial diferente para la producción de hidrógeno renovable, un mercado interior abierto y competitivo con un comercio transfronterizo sin obstáculos tiene ventajas significativas para la competencia, la asequibilidad y la seguridad del suministro.

Además, la Estrategia de la UE para el hidrógeno destaca que la transición hacia un mercado líquido con un comercio de hidrógeno basado en las materias primas facilitaría la entrada de nuevos productores, sería beneficiosa para una mayor integración con otros portadores energéticos y crearía señales de precios viables para las decisiones sobre inversiones y las decisiones operacionales.

Por consiguiente, las normas establecidas en el presente Reglamento deben facilitar la aparición de mercados de hidrógeno y de comercio de hidrógeno basado en las materias primas, así como de centros de comercio líquido. Los Estados miembros deben eliminar los obstáculos indebidos, en particular, las tarifas desproporcionadas en los puntos de interconexión.

Las normas vigentes que permiten operaciones comerciales eficientes desarrolladas para los mercados y el comercio de la electricidad y del gas natural deben tomarse en consideración también para el mercado de hidrógeno, teniendo en cuenta no obstante las diferencias inherentes de este.

El presente Reglamento establece los principios generales aplicables al funcionamiento del mercado del hidrógeno, pero conviene tener también en cuenta el grado de desarrollo de dicho mercado al aplicar tales principios”.

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