Toyota lleva tiempo probando diferentes tecnologías, pero es obvia su apuesta por el hidrógeno como una de las fundamentales. Y tanto por lo que se refiere a la pila de combustible, como a la inyección directa de hidrógeno. Su evolución se ha basado, en gran medida, en los prototipos desarrollados para la competición, un gran campo de pruebas. Ahora han llegado al Corolla Cross H2 Concept, de inyección directa.


La estrategia multitecnología de Toyota incluye actualmente coches híbridos, PHEV, eléctricos puros y de pila de combustible. Incluso, la marca sigue avanzando en otros vehículos de pila de combustible, tal y como decíamos hace poco. Sin embargo, ya apuntábamos hace un tiempo que la marca estaba desarrollando vehículos de inyección directa de hidrógeno.

Según Toyota, no es sensato centrarse en una única solución tecnológica, al menos de momento. Por ello, más allá de la electrificación, sigue con sus pruebas de hidrógeno.

De la competición al coche de comercialización

Para Toyota, como para gran parte de las marcas, la competición es el mejor campo de pruebas. De hecho, durante este año, la marca ha participado con el equipo Rookie Racing en las pruebas de resistencia de la serie japonesa Super Taikyu con un GR Corolla H2, de combustión de hidrógeno. Y lo curioso es que al volante se sentaba su propio presidente, Akio Toyoda, bajo su seudónimo de piloto ‘Morizo’.

Competición como campo de pruebas.

Fuera de Japón, en agosto de este año, un vehículo con motor de hidrógeno Toyota circuló por primera vez por carreteras públicas europeas: un GR Yaris H2 participó en las pruebas del Campeonato Mundial de Rallys —World Rally Championship (WRC)— en Ypres (Bélgica).

Estas pruebas han supuesto para Toyota un gran avance en el desarrollo y el progreso técnico de este sistema de propulsión. Como ejemplo, durante esta temporada de la Super Taikyu, Toyota ha conseguido: incrementar la potencia de combustión de hidrógeno un 24% y el par, un 33%. Eso ha equiparado el rendimiento del coche con el de un motor de combustión de gasolina.

Además, se ha incrementado la autonomía alrededor del 30% y se ha reducido el tiempo de repostaje de cinco minutos a un minuto y medio.

Igualmente, Toyota está trabajando con múltiples colaboradores en ámbitos como la producción y el transporte de hidrógeno verde. En estos campos también la competición se utiliza como campo de pruebas. Así, la marca está creando una amplia red de contactos, más allá de los límites del sector, para avanzar hacia una sociedad neutral en carbono.

Toyota Corolla Cross H2 Concept

Corolla Cross H2 Concept

El Corolla Cross H2 Concept equipa el motor de 1.6 litros, tres cilindros y turbocompresor del GR Corolla. Eso sí, con la tecnología de motorización con inyección directa de hidrógeno a alta presión, derivada de la actividad automovilística. Sumando todos estos conocimientos con lo que ya se utiliza en el Mirai, Toyota ha desarrollado el Corolla Cross H2. El coche, de inyección directa de hidrógeno, puede llevar hasta cinco pasajeros y su correspondiente equipaje.

Actualmente se están llevando a cabo evaluaciones en condiciones reales mientras se sigue avanzando en el desarrollo digital. El vehículo comenzará próximamente las pruebas de invierno en el norte de Japón.

Entre otros aspectos destacados, la combustión de hidrógeno se caracteriza por: la capacidad de aprovechar las tecnologías existentes de combustión interna; la rapidez de repostaje; y la clara disminución del uso y la necesidad de elementos escasos como el litio y el níquel.

Motor de inyección directa de hidrógeno del Toyota Corolla Cross H2 Concept

Motor de inyección directa de hidrógeno del Toyota Corolla Cross H2 Concept

Según señala Toyota:

“Adaptando las tecnologías actuales y potenciando las inversiones existentes, la combustión de hidrógeno podría dar lugar a una reducción del carbono más accesible, generalizada y rápida”.

A día de hoy, Toyota ha recorrido alrededor del 40% del camino para llegar a comercializar productos como el Corolla Cross H2 Concept. Aún es pronto para decir que la tecnología vaya a acabar siendo lo bastante madura como para incorporarse en modelos de carretera. No obstante, es evidente que ofrece una clara oportunidad para el automovilismo.