La Unión Europea y EEUU deberían plantearse hacer concesiones en materia de hidrógeno. Así debería ser si quieren reducir la tensión comercial entre ambos, según indican columnistas de Reuters Breakingviews. La Ley de Reducción de la Inflación de Washington incluye subvenciones que podrían reducir drásticamente el coste del hidrógeno de producción sostenible para 2030.


Las opiniones indican que Europa podría producir piezas para la cadena de suministro, a cambio de importar energía estadounidense. Eso ayudaría a relajar las tensiones respecto al hidrógeno.

No sentó bien en Europa que EEUU planteara la ley de subvenciones, algo a lo que nos hemos referido anteriormente. Los líderes europeos acordaron dar una respuesta contundente, pero, de momento, queda ahí.

Se comprometieron a flexibilizar las normas sobre ayudas estatales. Además, a ofrecer exenciones fiscales e investigar un fondo de solidaridad para proporcionar ayuda “oportuna y específica” a industrias clave. Se esperan nuevas propuestas para su siguiente reunión, prevista para antes de acabar marzo.

La financiación es un tema candente en los debates de la UE. El canciller alemán, Olaf Scholz, afirmó que Europa debe evitar una carrera de subvenciones. La presidenta de la Comisión, Ursula Von der Leyen, dijo que Europa debía responder a los programas de subvenciones. Y no sólo a las de Estados Unidos, sino también a las de China. Los de EEUU incluyes una amplia gama de exenciones fiscales y subvenciones para fomentar el paso al hidrógeno verde.

En cualquier caso, tanto Estados Unidos como la UE quieren impulsar la producción local de hidrógeno verde. Y por dos motivos: por reducir las emisiones futuras y para evitar que China domine un mercado mundial cada vez más importante. Recordemos lo sucedido con la producción de paneles solares.

Producción de hidrógeno en EEUU y Europa

El 99% de los casi 100 millones de toneladas anuales de producción comercial de hidrógeno procede de combustibles fósiles. Para 2030, la Agencia Internacional de la Energía prevé una producción mundial de más de 175 millones de toneladas. Y, de ellas, el 35% procederán del hidrógeno verde.

Tanto Europa como EEUU son conscientes del papel que puede desempeñar el hidrógeno verde en la descarbonización. Especialmente, en la de sectores tan complicados como la industria pesada y la siderurgia.

Así, Europa lo ha convertido en una pieza central del programa de subvenciones para Proyectos Importantes de Interés Común Europeo. El objetivo es impulsar las infraestructuras de producción, tránsito y almacenamiento.

Sin embargo, Europa necesita importar la misma cantidad que los 10 millones de toneladas que pretende producir internamente de aquí a 2030. Ello abre la puerta a la negociación. Estados Unidos podría ayudar a los fabricantes de la UE a aportar una gama más amplia de piezas y maquinaria a la cadena de suministro. Y, mientras, Europa podría corresponder proporcionando un mercado listo para el producto final.

Europa necesita soluciones para evitar que las grandes empresas emigren a EEUU por sus subvenciones y ventajas. Y el futuro mercado de electrolizadores y otros equipos ecológicos será enorme, dada la demanda prevista.

Para los columnistas de Reuters, el incentivo estadounidense para cooperar es más estratégico. Aliviar las tensiones con Bruselas suavizaría las relaciones diplomáticas y prepararía un mercado rico y lleno de clientes. El hidrógeno es una industria de futuro más que una fuente actual de empleo y crecimiento. Por tanto, ambas partes podrían hacer concesiones y aprovecharse de los acuerdos.

Con la guerra de Ucrania y el ascenso de China como competidor mundial, Estados Unidos y la UE tienen más incentivos que nunca para mantener relaciones económicas amistosas. Un acuerdo sobre el hidrógeno podría aliviar las tensas relaciones comerciales.

Fuente: Cinco Días.

También te puede interesar: