La teoría de que las reservas de hidrógeno natural son muy raras contradicen los descubrimientos en Mali. En 2012, el empresario energético maliense Aliou Diallo exploró un misterioso gas que salía de la tierra junto a Bourakébougou. Han pasado más de 10 años y hoy la aldea se abastece de hidrógeno limpio. Además, se ha comprobado que en los alrededores hay otras reservas subterráneas de hidrógeno. Los científicos señalan que, entre los lugares donde puede haber depósitos están los «cratones«, zonas estables de las placas tectónicas terrestres.


En 2012, el empresario pidió a la empresa Chapman Petroleum que analizara el gas que salía de la tierra. Y la conclusión fue que estaba compuesto por un 98% de hidrógeno. Poco después, la empresa de Diallo, Petroma, instaló una unidad piloto para convertir el gas en electricidad. Así consiguió suministrar energía limpia a la aldea y transformarla.

De hecho, el pozo de Mali hizo que muchas compañías energéticas mundiales se movieran para buscar reservas subterráneas de hidrógeno. Pero también movilizó a la comunidad científica.

En 2018, un equipo científico publicó un artículo sobre el pozo de hidrógeno de Bourakébougou. Indicaban la evidencia obtenida de una docena de pozos exploratorios en las cercanías. Y señalaban que era:

«Posible confirmar la presencia de un extenso campo de hidrógeno con al menos cinco espacios de depósito apilados, con gran cantidad de hidrógeno, que cubre un área estimada muy superior a los 8 km de diámetro”.

Además, el estudio encontró que la estimación de su precio de explotación era mucho más barato que el hidrógeno fabricado. Tanto de producido con combustibles fósiles como por el generado mediante electrólisis.

Depósitos en cratones

Durante mucho tiempo los científicos creyeron que los depósitos de gas de hidrógeno eran extremadamente raros. No es frecuente hallarlos en donde las energéticas perforan para encontrar petróleo y gas. Pero es que no son estos lugares los idóneos para realizar la búsqueda.

Los científicos señalan que entre los lugares donde se hallan lo depósitos de hidrógeno están los llamados “cratones”. Es decir, las partes más antiguas y estables de las placas tectónicas de la Tierra. Algunos continentes tienen más de un cratón. Otros, como el cratón de América del Norte, son mucho más grandes y cubren la mayor parte del continente.

El petróleo y el gas necesitan miles de años para formarse a partir de la materia orgánica en descomposición. Sin embargo, el hidrógeno se produce constantemente bajo tierra a medida que el agua interactúa con los minerales de hierro a altas presiones y temperaturas.

Entre estos minerales de hierro se encuentra el olivino, que produce una reacción química llamada serpentinización. Roba una molécula de oxígeno del agua que se filtra desde la superficie de la Tierra para transformar el olivino en serpentinita. Pero también, el agua en gas hidrógeno.

Los depósitos de olivino son más ricos en una tipología cratónica subterránea llamada «cinturón verde». Se cree que estos cinturones verdes, dada su alta concentración de olivino, actúan como el motor de hidrógeno de la Tierra.

La evolución de Mali

Actualmente, los pozos de Mali podrían producir gas hidrógeno a 50 centavos/ kilo. Es decir, a una décima parte del coste del hidrógeno producido por electrólisis con energía solar, eólica, geotérmica, etc.

Por su parte, el empresario de Mali creó una nueva empresa, Hydroma. Produce electricidad para la zona gracias al depósito de hidrógeno. Además, está considerando utilizarlo para otros fines.

FUENTE: Hydrogen Central.

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