Navantia ha probado con éxito el sistema AIP BEST (‘Bio-Ethanol Stealth Technology’) para submarinos S-80 de pila de combustible. Las pruebas se han realizado en una nave que se ha instalado específicamente para ello en el astillero de Cartagena. Esta nave es única en el mundo. Ha permitido la verificación final de las prestaciones y capacidades del AIP en un entorno de operación simulado.


Estas instalaciones tienen capacidades únicas en el mercado de defensa. Entre ellas: la simulación de cota de operación del barco y su velocidad de avance en inmersión. Además, la posibilidad de prueba de la sección completa del submarino que integra el sistema antes de su unión al casco. Dicha sección tiene 12 metros de eslora y alrededor de 400 toneladas de peso.

Sistema AIP BEST y serie S-80

El S-83 que lleva el AIP BEST será el primero que embarque de serie el sistema.

Los dos primeros submarinos de este tipo que se entregarán a la Armada ya cuentan con un diseño preparado para incorporar la tecnología a bordo durante su primera gran carena. Serán el Isaac Peral (S-81) y el Narciso Monturiol (S-82).

El sistema AIP BEST de Navantia es toda una innovación que incorporan los S-80. Dotará de capacidades tácticas sin precedentes a los submarinos diésel-eléctricos convencionales.

Según explica Navantia, los submarinos convencionales no nucleares se ven obligados a navegar en cotas próximas a la superficie pasado un determinado número de horas. Con el dispositivo Snorkel se posibilita la alimentación de aire para los motores diésel, que recargan las baterías. Además, el Snorkel facilita que los tripulantes puedan respirar y que se expulsen los gases de la combustión de los motores. El inconveniente de estos submarinos es que, en esos momentos, se vuelven más vulnerables por ser más detectables.

Sin embargo, los submarinos con AIP BEST no necesitan esas cotas. Pueden recargar sus baterías en inmersión y a cotas profundas, cuando navegan en modo AIP. Con ello, extienden de forma notable su autonomía bajo el agua.

El sistema se basa en pilas de combustible y forma parte de los sistemas denominados de tercera generación. Es decir, los que emplean para su funcionamiento hidrógeno producido a bordo a partir de un combustible. En este caso, es bioetanol, en lugar de hidrógeno puro almacenado.

Este avance permite a los submarinos españoles disponer de mayor cantidad de energía embarcada. Con el sistema, pueden navegar hasta tres sistemas en inmersión con datos comparables a los de la navegación eléctrica pura.

FUENTE: Europa Press.

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