Un informe llevado a cabo en el marco de la Asociación para un Hidrógeno Limpio revisa los proyectos en materia de hidrógeno en el transporte durante las últimas dos décadas, confirmando su potencial para descarbonizar el sistema de transporte de la Unión Europea. Sin embargo, enumera una serie de retos significativos.

El objetivo de los proyectos llevados a cabo en estos dos años ha sido acelerar la adopción de la tecnología de pilas de combustible en la industria de fabricación de turismos y autobuses en la Unión Europea, proporcionando notables beneficios climáticos.

Todos los esfuerzos condujeron al despliegue de más de 1.300 FCEV y más de 400 autobuses de hidrógeno entre 2005 y 2023. En el apartado de los vehículos de pila de combustible de hidrógeno, han sido las flotas privadas las que más interés han mostrado, mientras que las iniciativas centradas en los autobuses se han realizado en sistemas de transporte público.

Retos de la movilidad con hidrógeno

Sin embargo, el análisis también destaca algunos desafíos que persisten en este sector. Estos abarcan la dura competencia de los vehículos eléctricos de batería, que presentan menos costes operativos y mayores avances tecnológicos. Además, otro factor en contra es el aumento del coste del combustible de hidrógeno.

Otro punto en contra para la movilidad con hidrógeno es la cadena de suministro de componentes, ya que los fabricantes tienden a responder a la demanda, limitando la posibilidad de ampliar el inventario de piezas de repuesto.

Por supuesto, uno de los factores más condicionantes que impide el despliegue de la movilidad con hidrógeno es la alarmante escasez de estaciones de repostaje del combustible. Además, a fin de que el hidrógeno tenga sentido como combustible sin emisiones, su producción debe proceder de fuentes renovables, algo que también aumenta los costes.

Medidas de impulso

Para hacer frente a estos retos, el estudio propone una serie de recomendaciones, entre ellas la aplicación de mecanismos financieros a largo plazo, como subvenciones o incentivos fiscales, para mejorar la competitividad de los vehículos de hidrógeno y reforzar la cadena de suministro europea de componentes de movilidad del hidrógeno.

Las recomendaciones también incluyen el desarrollo de metodologías para medir y notificar la degradación de las pilas de combustible y las métricas operativas, la expansión de la red de repostaje de hidrógeno y la continuación de las inversiones en investigación e innovación, junto con campañas de concienciación pública.

Te puede interesar