Simon Perrin, especialista en inversión sostenible del Banco Mirabaud, ha realizado un informe sobre hidrógeno verde. El informe señala que el hidrógeno verde está ganando peso en la transición energética. Además, ocupa un lugar destacado en la agenda política y económica. Y está creciendo su popularidad, gracias a que responde a la descarbonización de la economía y desbloquea el problema de la seguridad energética.


Según el informe, a pesar de que sus costes de producción siguen siendo elevados y de que aún quedan por resolver algunas cuestiones técnicas: el hidrógeno verde no sólo representa una oportunidad tecnológica para alcanzar el nivel cero, sino también una oportunidad de inversión financiera.

Tras hablar de los diferentes tipos, y colores, del hidrógeno, el informe comenta cómo está siendo la expansión del hidrógeno verde. Sobre él, últimamente, hay más y más noticias.

Así, dos grandes petroleras, BP y TotalEnergies, anunciaron enormes inversiones en la producción de energía renovable -solar y eólica- para la producción de hidrógeno verde.

BP aporta 36.000 millones de dólares al proyecto Asian Renewable Energy Hub en Australia, que producirá 26 gigavatios (GW) de electricidad. Se trata de la mayor instalación de este tipo. Con el tiempo se producirán 1,6 millones de toneladas de hidrógeno verde al año.

Shell también se está preparando para entrar en el hidrógeno verde. Y, además, junto con muchas otras empresas de diferentes sectores que participan en la cadena de valor del hidrógeno verde.

Los responsables políticos de Europa y de todo el mundo también están muy entusiasmados con este gas. En el marco de su Plan REPower de la UE, la Comisión Europea ha hecho hincapié en el hidrógeno renovable. El objetivo de la Comisión es producir 10 millones de toneladas de hidrógeno renovable e importar 10 millones de toneladas para 2030.  La COP26 de Glasgow, en noviembre de 2021, reunió a 32 países y a la UE alrededor del compromiso de desbloquear el hidrógeno «limpio»: el hidrógeno verde y el hidrógeno azul.

Colores del hidrógeno.

Colores del hidrógeno.

Hidrógeno verde para descarbonizar la industria

Con apenas 600.000 toneladas al año, la producción de hidrógeno verde sigue siendo muy baja. Actualmente sólo representa el 0,1% de todo el hidrógeno producido, principalmente el gris.

La explicación de este bajo porcentaje es el elevado coste del proceso de electrólisis del agua y el almacenamiento, que siguen siendo muy intensivos en energía.

El hidrógeno verde sigue siendo de dos a tres veces más caro que el gris. Sin embargo, hay varios factores que hacen que el hidrógeno verde sea mucho más atractivo. En primer lugar, está la importante caída de los costes de las energías renovables en los últimos años; los avances tecnológicos de los electrolizadores que permiten una mayor eficiencia energética; y la perspectiva de que los costes por tonelada de carbono se encarezcan.

Aunque, especialmente, hay una voluntad política a nivel global de conseguir una economía neta cero en 2050.

Según la empresa de servicios financieros Kepler Cheuvreux: en 2030 el precio del kilo de hidrógeno verde (que actualmente ronda los 3,5 euros) será más competitivo. Incluso, señalan, podría bajar hasta un euro por kilo, es decir, el mismo precio que el hidrógeno gris.

El hidrógeno verde se perfila como una solución muy atractiva para descarbonizar ciertas industrias. Sobre todo las de alto consumo energético que se resisten a la electrificación: transporte de larga distancia, logística; industria pesada (como la siderúrgica); agroquímica (fertilizantes), etc.

Igualmente, para el sector de la movilidad, sobre todo para los vehículos pesados, las pilas de combustible de hidrógeno ofrecen ventajas claras: una mayor autonomía que las baterías eléctricas y una mayor rapidez en el repostaje.

Según el Consejo del Hidrógeno, en 2050 el hidrógeno limpio podría evitar un total de 80 gigatoneladas (GT) de emisiones acumuladas de CO2. Esto supondría una importante contribución a la reducción de emisiones necesaria para 2050, que es de 10 gigatoneladas al año.

Oportunidades de inversión

En los últimos dos años, grandes actores energéticos han puesto en marcha más de 500 proyectos de gran envergadura para producir hidrógeno verde o azul. Y lo han hecho en colaboración con fabricantes, químicos y operadores de transporte.

Entre los proyectos verdes destaca la asociación entre la distribuidora de energía Iberdrola y el fabricante estadounidense Cummins, que produce motores. Construirán una gigafábrica en España especializada en la producción de electrolizadores.

Además de cientos de miles de millones de inversión privada y pública necesarios, estos proyectos requerirán varios cientos de GW de capacidad para tener éxito. En particular para los electrolizadores, cuya capacidad debe aumentar hasta 850 GW en 2030 (su capacidad actual es de 0,3 GW).

Según un reciente informe de Goldman Sachs: se necesitarían 5 billones de dólares de inversión acumulada en la cadena de suministro de hidrógeno limpio para el camino hacia el cero neto. Y una gran parte de ellos destinados a la producción de electrolizadores más eficientes.

Además, el informe ve una oportunidad para que el mercado del hidrógeno, actualmente valorado en 125.000 millones de dólares: se duplique para 2030 y alcance los 1.000 billones de dólares en 2050.

Junto con las energías renovables, los biocombustibles y las medidas de eficiencia energética, el hidrógeno limpio es ahora: un pilar clave en una transición energética que es más necesaria que nunca.